Mar 9, 2015 | UN BOSQUE DE PERAS

CON EL AGUA AL CUELLO

 

Queridos amigos y seguidores

Esta semana cambiamos de tercio y pasamos a comentaros los problemas que nos han causado las últimas crecidas del río Ebro a su paso por nuestra zona de producción.

Como ya sabréis, este año el Ebro ha desbordado los muros de contención de su cauce (más conocidos como motas o machones en nuestro pueblo) y ha entrado en las parcelas más cercanas inundándolas de agua.

La verdad es que cuando un río lleva una cantidad de agua muy superior a lo normal no solamente inunda el campo porque rompe las defensas, sino que también al estar el nivel del agua muy por encima de las fincas que están al otro lado de las motas, el agua se filtra (o mana) por debajo de los muros de contención e inunda las fincas más cercanas.

 Una pregunta que nos hacen siempre es cómo afecta o puede afectar esto a nuestros árboles. Inicialmente, un peral puede aguantar varios días inundado de agua (sobre todo en los meses de noviembre a febrero cuando está en reposo vegetativo), pero si se alarga demasiado esa inundación puede tener problemas, principalmente en las raíces.

En la tierra que un árbol tiene alrededor de su raíz, coexistes todo tipo de hongos, de los que unos son beneficiosos y otros perjudiciales. Mientras todo esté en equilibrio no pasa nada, pero una inundación rompe este equilibrio y favorece que hongos patógenos (hongos malos) proliferen más que los buenos y los árboles pueden sufrir daños en la raíz. Estos daños hacen que al brotar el árbol en primavera no disponga de suficiente alimento y aparezcan hojas pequeñas y de color verde claro que hacen que el desarrollo posterior sea mucho menor y la cantidad y calidad de la producción bajen de forma considerable.

Actualmente llevamos unos 15 días con parcelas inundadas y de no bajar el nivel en esta semana que estamos podríamos tener problemas en las fincas más afectadas.

Por otro lado está la discusión sobre si la culpa la tiene que no se draga el río o esto no tiene nada que ver. En este punto hay dos cosas que hay que tener claras:

Por un lado, las “islas” que se forman dentro del cauce suponen una disminución del mismo, por lo que la capacidad disminuye y la misma cantidad de agua provoca mayores inundaciones.

También es verdad que estas “islas” que se forman dentro del cauce suponen un reservorio para mucha fauna y flora que hacen que la biodiversidad sea mayor, por lo que desde el punto de vista medio ambiental estas islas son muy beneficiosas.

Os dejo esta reflexión esperando vuestros comentarios al respecto

Saludos

D.O.P. Peras de Rincón de Soto

 

Noticias Relacionadas